La llama más brillante es el deseo de retarse y de esa pasión llameante creamos algo realmente extraordinario en 1992. Algo que no solo dio lugar a una nueva categoría de motocicletas deportivas, sino que además cambió las motocicletas deportivas para siempre. Ahora, en el año de su 30.º aniversario, el nombre de «Fireblade» todavía acelera los corazones.