Para nosotros, es lo mismo. Es por eso que empezamos a correr a principios de los 60 y por lo que seguimos corriendo hoy.
La competición siempre es un desafío, pero es lo que impulsa las mejoras. Eleva el juego. El tuyo. El nuestro. Es todo para ese momento de perfección total. Y es lo que ha producido la CBR1000RR-R Fireblade. No tuvimos que empezar de cero, partimos de nuestra MotoGP RC213V y su hermana de carretera, la RC213V-S, como cimientos tecnológicos. Hemos recurrido en gran medida a nuestra experiencia en MotoGP para producir un carenado que desafía la resistencia, al tiempo que mejoramos la conducción a alta velocidad con aletas que reducen la elevación de la rueda delantera y mejoran la estabilidad de frenado. La CBR1000RR-R está hecha para competir. Con todas las ventajas.