Por eso la Dax está de vuelta. Nacida a finales de los 60, todas las cosas que la hicieron tan buena en aquel entonces (tamaño pequeño, motor fácil de usar y dirección liviana) la hacen aún más agradable en la actualidad. Hemos añadido más potencia, un chasis, una suspensión y unos frenos mejorados, pero su esencia sigue siendo la misma: Dax y relax, pilotar es divertido.
Y una motocicleta completamente moderna
¿Por qué se llama Dax? Es porque su chasis de acero prensado en forma de T se parece a un Dachshund, comúnmente conocido como perro salchicha. Construida con conocimientos de ingeniería del siglo XXI, es a la vez resistente y elegante. Todas las demás piezas son perfectas en detalles de época: el manillar alto mini-ape, el silenciador de escape elevado inspirado en los todoterreno y el asiento doble le dan a la Dax su forma inconfundible y encantadora.